El Presidente del PP de Vilagarcía, Alfonso González Gallego, lleva meses pulsando de primera mano el sentir de los vilagarcianos, tanto los del centro de la ciudad, como (especialmente) los de las parroquias. Tras una intensa agenda de visitas a los distintos lugares y de pisar el terreno, el líder de los populares constata que cada vez hay más quejas generalizadas, incluso en el epicentro de la ciudad, a pesar de ser “lo único que parece preocupar al gobierno”.

Alfonso Gallego es claro en este sentido y avanza cuál es su concepto a la hora de diseñar actuaciones: Que en las parroquias se invierta “por lo menos” el mismo dinero que en el centro. Es decir, si hay cerca de medio millón para una obra como la de Plaza de Independencia, que ya cuenta con cientos de firmas en contra, no hay excusa para que no haya otro tanto para las parroquias. Y es evidente que no lo hay.

El PP cree que “por cada euro destinado al centro hay que destinar otro, o más, a cubrir las múltiples carencias que presenta el municipio, que por cierto no empieza y acaba en Plaza de Galicia”. En el PSOE están olvidando a miles de vilagarcianos, que pagan sus impuestos pero sufren las consecuencias de un “modelo centralista” geográficamente hablando. Para Gallego, que el gobierno destine recursos económicos de todos únicamente para hacer proyectos en el centro urbano es injusto y un grave error de concepto”.

La nueva dirección del Partido Popular en Vilagarcía lleva tiempo definiendo su hoja de ruta para el presente y para el futuro de la ciudad. En este asunto defiende un “modelo equitativo y racional” de los recursos, donde prime la responsabilidad social y el reparto del protagonismo que hoy por hoy no existen en Vilagarcía. Este modelo difiere claramente del que viene aplicando el PSOE desde que accedió a la Alcaldía en 2015.

El Presidente de los populares vilagarcianos asegura que “los vecinos de las parroquias tienen todo el derecho del mundo a exigir mejoras. Normalmente son actuaciones sencillas, muy demandadas y que no suponen grandes desembolsos. Sin embargo, en el PSOE anteponen costosas obras en el pulmón de la ciudad, dejando sin fondos la resolución de las demandas vecinales”. La invasión de la maleza, la mejora de la limpieza y recogida de basura, el alcantarillado, el transporte, las comunicaciones viarias, el tráfico, el arreglo de caminos y carreteras o la iluminación son algunas de las quejas más repetidas y más desatendidas por este gobierno.

Alfonso Gallego lleva desde que tomó posesión de su cargo de presidente liderando las distintas visitas a las parroquias. De ese trabajo han salido distintas mociones que ha defendido el Grupo Municipal en el pleno. La inmensa mayoría de ellas (con la excepción ilógica de las medidas de seguridad ciudadana, eliminación de barreras arquitectónicas y mejora de instalaciones de O Piñeiriño) han salido adelante y por lo tanto son responsabilidad del gobierno local cumplirlas.

Los vecinos de Rubiáns, Castroagudín, Trabanca Sardiñeira, Carril o Vilaxoán siguen esperando a que el PSOE cumpla con su obligación y haga efectivas las mejoras que ha defendido el PP en sesión plenaria.“Si el dinero no es un problema hoy en día en Ravella, la única explicación para que no se atiendan a las parroquias es el modelo de ciudad del alcalde, que excluye a todos aquellos vecinos que no son del centro urbano”, concluye Alfonso González Gallego.