El Grupo Municipal Popular de Vilagarcía, a petición de la Asociación de Vecinos Fonte da Coca, acudió ayer a la Avenida Rodrigo de Mendoza para visitar las recién iniciadas obras de la nueva ciclovía puesta en marcha por el Concello. Unas obras proyectadas sin el consenso y la participación de ese vecindario que comienza a ver la parte negativa de las consecuencias que este proyecto tendrá para ellos.
La portavoz municipal del grupo, Ana Granja, junto a varios de los concejales populares (Manuel Méndez y Marcos Alcalde) y la diputada autonómica Elena Suárez, se reunieron con el Presidente de la Asociación de Vecinos Fonte da Coca, Óscar Rey; quien pudo mostrarles de primera mano el discurrir de las obras en su tramo inicial. Su principal queja es la "falta de comunicación" con el Concello y el "descoñecemento do proxecto". Y es que, tal y como informó Óscar Rey: "A maioría do vecindario non sabe que as obras se prolongarán máis aló, polo que a problemática que hoxe afecta a uns acabará afectando tamén ó resto".
Concretamente la obra se extenderá hasta O Pìñeiriño pasando por Avenida Doutor Tourón y Avenida de Cambados. Y circulará por otras calles como Alexandre Bóveda, Alejandro Cerecedo y Fariña Ferreño. Otro tramo transcurrirá desde Rodrigo de Mendoza hasta Ramón Cabanillas.
Durante la visita algunos vecinos pudieron trasladar al Grupo Municipal algunas de sus quejas, basadas sobre todo en la sensación de abandono por parte del Concello: “Solo nos
teñen en conta para pagar impostos, pero despois fan cos nosos cartos o que queren sen decir nada”. De hecho, se pudo constatar la desinformación reinante en cuanto al desarrollo del proyecto, puesto que al ser informados de la planificación prevista reconocieron no saber nada y no pudieron evitar llevarse las manos a la cabeza al pensar en cómo esto alterará su día a día.
Junto al presidente de la asociación vecinal, los miembros del Grupo Municipal Popular pudieron conversar además con diversos comerciantes de la Avenida Rodrigo de Mendoza, cuyo principal miedo es “cómo van repercutir as obras na nosa clientela nestes momentos xa de se seu difíciles”. Estos no solo se verán afectados por la falta de aparcamiento, sino que además muchos negocios hosteleros de la zona sufrirán una pérdida drástica de su clientela que, aparte de la dificultad para estacionar sus vehículos, huirá de la contaminación acústica ocasionada por la maquinaria que realiza las obras.
Ana Granja conversó con estos comerciantes preocupados e hizo suyas sus quejas: “O Concello debería ter informado debidamente ós veciños das repercusións deste proxecto ou polo menos darlles a oportunidade de poder debatilo, consensualo e chegar a un acordo que beneficie a todos”.