El Partido Popular de Vilagarcía acudió esta tarde a la llamada de los vecinos de la calle Celso Emilio Ferreiro, indignados por la falta de mantenimiento en el entorno del parque ubicado en esta zona. Un parque de gran interés y al que acuden cada día numerosas personas pero que, lejos de ofrecerles el disfrute y el ocio que se presuponen de un enclave así, presenta un estado de conservación lamentable.

Hasta el lugar se desplazaron la portavoz municipal Ana Granja, la diputada autonómica Elena Suárez y el concejal Roberto Domínguez, así como también Antonio Landin. Todos ellos pudieron hablar personalmente con varios vecinos que se encontraban allí y que les trasladaron sus quejas: “Es una vergüenza que un parque tan bonito como este, al que viene gente de toda la ciudad buscando tranquilidad, esté tan abandonado como está”.

Una de sus principales reivindicaciones es la falta de bancos con respaldo, lo cual supone una gran incomodidad para las muchas personas de edad avanzada que cada día acuden al parque a socializar o simplemente a descansar. Algo a lo que se unen, por un lado, el mal estado de la vegetación que cubre las dos pérgolas y, por otro, la escasez de papeleras. Y es que tal y como el grupo popular pudo comprobar, solo se contabilizan dos en todo el entorno más cercano al parque.

El estado de conservación del parque no es mucho mejor que el de la zona en general, puesto que aparte del deterioro de los diversos columpios y del vallado que lo rodea, los vecinos también se quejan de “la falta de limpieza y la frecuencia con la que se encuentran heces de animales” que no han sido retiradas debidamente. Una cuestión que acaba repercutiendo en la calidad de la arena donde juegan los niños.

Precisamente en relación con los niños, diversas madres allí presentes le trasladaron a la portavoz municipal y al resto de miembros del grupo popular su preocupación por el peligro que supone el paso de cebra de esa calle. El cual, a pesar de tener un badén, se ubica en un tramo de muy mala visibilidad para los vehículos. “Ya no es la primera vez que tengo que agarrar a mi hija y echarla para atrás para evitar que la atropellasen”, confesó una de estas madres.

En opinión de la portavoz Ana Granja: “Se trata de un conjunto de actuaciones de fácil ejecución y de un coste más que asumible. Se trata simplemente de tener voluntad política y disposición a atender las demandas vecinales”. Aparte de esto, la portavoz no entiende cómo el gobierno local acomete obras de mayor calado y coste económico, mientras que descuida las labores de mantenimiento más sencillas.