Tras consultar los datos que el Ministerio de Hacienda hizo públicos recientemente sobre la deuda viva de las entidades locales, el PP de Vilagarcía ha descubierto que en el caso de Vilagarcía de Arousa dicha deuda asciende actualmente a 7’3 millones de euros. Convirtiéndose así en el ayuntamiento con mayor deuda de la provincia de Pontevedra y el sexto de toda Galicia.
Esta cifra supone un incremento del 85% respecto al año anterior y, teniendo en cuenta que la deuda viva es la totalidad de la deuda pendiente de pagar que tiene el ayuntamiento procedente de préstamos a largo plazo con entidades financieras y avales, implica que por cada habitante de Vilagarcía se deben aproximadamente 195 euros. O lo que es lo mismo, en un año cada vilagarciano/a ha pasado a deber casi 100 euros más.
La portavoz municipal Ana Granja considera preocupante una subida tan cuantiosa y pone el foco en el cambio de tendencia que estos datos suponen: “La deuda viva de Vilagarcía ha estado bajando ininterrumpidamente desde el año 2012, pero ahora parece que se abre un nuevo tiempo de gasto excesivo que ojalá no acabe como en etapas anteriores de gobiernos socialistas”.
Y es que se da la casualidad además de que los únicos cinco ayuntamientos gallegos que, según los datos del Ministerio de Hacienda, tienen una deuda viva superior a la de Vilagarcía están igualmente gobernados por el PSOE. Se trata de A Coruña, Miño, Viveiro, Santiago de Compostela y Ferrol.
Aumento de los impuestos
En paralelo a este incremento de la deuda viva se encuentran los datos referidos a los ingresos del Concello durante el 2020, donde también llama la atención descubrir que este último año fue el de mayor recaudación vía impuestos directos de toda la década: 10’6 millones de euros. Si en 2010 se recaudaban 222 euros por habitante, en 2020 esa cantidad asciende a 283 euros. Es decir, un 27’5% más.
El 72% del total de esta recaudación impositiva proviene del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana, que se ha encarecido un 43% desde 2010. De igual modo se ha incrementado también la cantidad a pagar a través del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles de Naturaleza Rústica, que no ha dejado de aumentar desde 2015: pasando de los 0’2 euros por habitante de 2014 a los 7’13 en 2019.
Sin olvidar tampoco los ingresos correspondientes a las tasas municipales, que suponen la tercera partida en los ingresos del Concello detrás de los impuestos directos y las transferencias corrientes. En este sentido las tasas con mayor peso son las correspondientes al servicio de recogidas de basura, que también se han incrementado un 14% en los últimos años: de los 68’55 euros por habitante de 2010 a 78’33 euros en 2020.
“¿En esto consiste el modelo económico del PSOE de Vilagarcía? ¿En recaudar más a través de impuestos, gastar más y pedir cada vez más dinero a los bancos porque lo que ingresan no les llega?”, se pregunta la portavoz municipal Ana Granja a raíz del análisis de todos estos datos.